En la experiencia de muchas personas la práctica nos ha dado una idea sobre el año litúrgico y su dinámica, con la diferencia entre solemnidades, fiestas, memorias y otros conceptos relacionados con la liturgia. Pero lo que a veces no tenemos tan claro es la teoría: "dónde dice" oficialmente; dónde están en el papel los conceptos que la práctica nos ha enseñado.
Por ello comenzamos esta serie de publicaciones sobre las normas litúrgicas en la enseñanza oficial de la Iglesia.
Podemos subir los documentos completos (y lo haremos de hecho), pero a menudo sucede que los temas y las preguntas concretas se pierden en la estructura de todo el documento. Ahí había estado siempre esa respuesta, pero simplemente no sabíamos dónde, y no siempre es fácil superar la barrera de enfrentarse a un texto amplio.
Por eso en estos artículos vamos "desmenuzando" estos textos y presentando, a modo de breves cápsulas, estos conceptos. Así, aunque no se memoricen, al menos nos queda la referencia consciente de que en algún lugar ya hemos leído la respuesta a esas preguntas que surgen repentinamente.
El Papa Paulo VI publicó en 1969 unas "Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Calendario", donde desarrolla la dinámica de todo el año litúrgico.
El capítulo 1 cita las diferencias entre los niveles de importancia de los días litúrgicos (domingos, solemnidades, fiestas, memorias y ferias) y describe los diversos tiempos litúrgicos.
El capítulo 1 cita las diferencias entre los niveles de importancia de los días litúrgicos (domingos, solemnidades, fiestas, memorias y ferias) y describe los diversos tiempos litúrgicos.
En esta entrada citamos solamente, para empezar, la introducción de este primer capítulo, sobre el Año Litúrgico. Hay que aclarar que ésta no es propiamente una descripción, sino precisamente una introducción, y nada más. El año litúrgico se irá describiendo implícitamente con el desarrollo del capítulo.
(fragmento de las
NORMAS UNIVERSALES SOBRE EL AÑO LITÚRGICO
Y EL CALENDARIO
del Papa Pablo VI)
CAPÍTULO 1. EL AÑO LITÚRGICO.
1. La santa Iglesia celebra la memoria sagrada de la obra de la salvación realizada por Cristo, en días determinados durante el curso del año. En cada semana, el domingo —por eso es llamado “día del Señor”— hace memoria de la Resurrección del Señor, que una vez al año, en la gran solemnidad de la Pascua, es celebrada juntamente con su santa Pasión. Durante el curso del año despliega todo el misterio de Cristo y conmemora los días natalicios de los Santos.
1. La santa Iglesia celebra la memoria sagrada de la obra de la salvación realizada por Cristo, en días determinados durante el curso del año. En cada semana, el domingo —por eso es llamado “día del Señor”— hace memoria de la Resurrección del Señor, que una vez al año, en la gran solemnidad de la Pascua, es celebrada juntamente con su santa Pasión. Durante el curso del año despliega todo el misterio de Cristo y conmemora los días natalicios de los Santos.
En los diversos tiempos del año litúrgico, según las prácticas tradicionales, la Iglesia va instruyendo a los fieles por medio de ejercicios piadosos del alma y del cuerpo, de la enseñanza, de la oración y de las obras de penitencia y de misericordia [1: Cf. Conc. Vat. II, Const. sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium. nn. 102105.].
2. Los principios que se expondrán a continuación pueden y deben ser aplicados tanto al rito romano como a los otros ritos, pero las normas prácticas afectan únicamente al rito romano, a no ser que sean normas que por su misma naturaleza afecten también a los otros ritos [2: Cf. ibid., n. 3.].
No hay comentarios.:
Publicar un comentario