Según la Tercera Edición Típica del Misal Romano (2013), en su traducción aprobada para México. - Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica - Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Presentación

Presentación

Este sitio web pretende poner al alcance del Pueblo de Dios las fechas del calendario litúrgico según el orden de México y América Latina. ...

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El Tiempo de Navidad



La Navidad celebra el inicio de nuestra redención. El objetivo de la fiesta navideña es el Misterio de la Redención, que tiene en la Pascua su momento culminante. La verdad de la redención depende de la verdad misma de la Encarnación. De cierta manera la Navidad es Pascua anticipada. La celebración de la Navidad de Jesús se orienta hacia el momento culminante de su Pascua. La Eucaristía no sólo es memorial de la Pasión de Jesús sino, también de su nacimiento, su Resurrección y Ascensión, hasta su vuelta al final de los tiempos; no es un recuerdo estéril sino presencia viva de todo el Misterio de Cristo

La Navidad celebra la manifestación de la gloria de Dios en Cristo. Es un tema eminentemente Pascual: el esplendor de la gloria del Padre se refleja plenamente en Cristo Resucitado. La Encarnación redentora no sólo es manifestación, sino también ofrecimiento de esta gloria a los creyentes, la liturgia de navidad subraya la actualidad salvífica de la acontecimiento que se celebra.

La Navidad celebra las bodas del Hijo de Dios con la humanidad. Los profetas prepararon y Juan Bautista anunció el tema de Cristo, Esposo de la humanidad y de la Iglesia. El Señor mismo se definió como “Esposo”. Con este nombre nupcial, Jesús revela lo profundo de su ser, que no es árida soledad de una perfección lejana humano-divina, sino la gran alegría del amor de Esposo que se ofrece sin límites. También la iglesia se llama Esposa de Cristo en cuanto que representa el término más íntimo de su amor salvífico, que San Pablo interpreta con imágenes de amor conyugal (cfr. Ef. 5, 25-33).

La Navidad es la fiesta de la “nueva creación“. En la celebración anual del misterio de la salvación, cuyo culmen y plenitud se realiza en la Pascua, la celebración de la Navidad evidencia el aspecto del nuevo nacimiento que conlleva la Redención. Así como a través del Verbo floreció la “primera creación”, por obra del mismo Verbo se da la “nueva creación”: el hombre asume la condición de hijo de Dios y puede realizar en plenitud su obra, según el plan que Dios tiene para él desde la creación del mundo.

La Navidad es memorial de la maternidad virginal de María, “hija de Sión”. En María, hija de Sión, se realiza la promesa del nacimiento de un pueblo nuevo de quien Cristo es la Cabeza y los cristianos son los miembros. Por lo tanto, María no sólo es Madre de Cristo, sino también de sus miembros (cfr. LG 53). La oración después de la comunión del 1 de enero afirma que en María veneramos a la “Madre de tu hijo y Madre de la Iglesia”.



Crédito: Notas preliminares: Tiempo de Navidad.
Calendario Litúrgico-Pastoral 2018-2019
de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica,
Conferencia del Episcopado Mexicano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario